HISTORIA

 

        Bien puede Beas de Segura sentirse orgulloso de ser uno de los pocos pueblos de la provincia de Jaén que cuenta con una banda de música desde finales del siglo XIX, que se mantiene durante todo el XX y llega hasta nuestros días con una energía desbordante.

        La historia de la banda de música de Beas de Segura es tan arraigada como apasionante, llena de actividad y periodos de esplendor. Si hasta ahora esta trayectoria histórica era parcialmente desconocida por los jóvenes de nuestra asociación, recientemente ha sido publicado el libro “Historia de la banda de música de Beas de Segura”, que reconstruye de forma minuciosa el devenir de nuestra banda durante todo un siglo lleno de emociones, logros, anécdotas y curiosidades. Incluimos aquí una breve reseña de tan amplia historia:

        El conjunto musical surgió a finales del siglo XIX, según asegura la tradición oral. La escasez de documentos escritos y la deplorable situación del Archivo Histórico Municipal nos impide conocer la fecha exacta del inicio de la actividad bandística en Beas. Sin embargo, numerosos testimonios personales avalan esta hipótesis y nos ofrecen, además, cierta información sobre músicos, directores y sucesos que marcaron la vida musical de Beas en los primeros años del siglo XX. Resulta sorprendente saber que, alrededor de 1910, existían ya dos bandas de música diferentes en nuestro pueblo, que perduraron durante varios años de esta década, sembrando una primitiva simiente de vida musical. Afortunadamente, conocemos la identidad de algunos de los músicos que formaron parte de estas bandas. Existen varias hipótesis sobre cómo se gestó la aparición de ambos conjuntos instrumentales. La más fiable nos remite a motivos políticos, al tratarse de una época de  turnismo bipartidista. Según parece, cada banda correspondía a uno de los dos partidos de la época (el conservador y el liberal) y gozaba de actividad, o al menos, de respaldo institucional, cuando su correspondiente partido era el que gobernaba. 

        Al llegar a 1923, tras haber finalizado este bipartidismo, nos encontramos ya con una sola banda, la “banda nueva”, con un cierto carácter municipal, y dirigida por D. Ceferino García Fernández, organista de la antigua parroquia de Beas. Se trata de una nueva etapa en la que el grupo acumula un incuestionable progreso acompañado de actividad y popularidad. Junto con músicos de mayor antigüedad, se van incluyendo otros jóvenes, aleccionados por el propio director. La actividad musical dentro del municipio era bastante intensa, destacando los frecuentes conciertos ofrecidos en una marquesina situada en el antiguo Paseo. Contamos ya con cuantiosa información sobre todos los aspectos relativos a la banda en esta época.

        Tras el fallecimiento del citado D. Ceferino en 1927, toma la batuta D. Agustín Cuadros Ramírez, vecino beatense que impartía clases particulares de música, siendo profesor titulado de piano. Con él, el conjunto sigue ampliándose y progresando, viviendo un periodo de renovación y esplendor. Los educandos que estaban siendo aleccionados por el anterior director no tardaron en debutar, llegando a existir por primera vez una plantilla que alcanzaba los 35 componentes. La actividad musical del conjunto aún siguió aumentando, brindando el Ayuntamiento bastante apoyo a la banda durante los años de la 2ª República Española. Sin embargo, sobre 1933, D. Agustín emigra a Madrid, con lo cual los músicos quedan nuevamente sin director.

        Es entonces cuando D. Blas Cantero Huertas, hijo de Beas y hasta entonces director de la banda municipal de Villamanrique, se queda a cargo de la de Beas, convirtiéndola en banda propiamente municipal, pues D. Blas pertenecía al Cuerpo Nacional de Directores de Bandas Municipales de Música. La actividad de la banda se mantuvo constante durante dos años, pero en 1935, debido a desacuerdos internos, la banda se divide en dos grupos, de los que sólo uno apoyaba al director y contaba con apoyo institucional. La indignación de los responsables del Ayuntamiento provoca la disolución del ya tradicional conjunto musical.

        Durante varios meses de tensiones entre Ayuntamiento y banda, acontecen una serie de sucesos peculiares y anecdóticos, que desembocan en un hecho de gran trascendencia. En septiembre de 1935 y casi por fortuna, uno de los grupos de músicos consigue que D. Mateo Marín Jiménez, talentoso director y cultivado músico, natural de Baeza, se convierta en el guía de la banda, ahora denominada “Unión Musical de Beas de Segura”.

        El “maestro Mateo Marín” se mantuvo en este cargo desde 1935 hasta comienzos de la década de los 60, y con él vivió nuestra banda sus décadas doradas: las de 1940 y 1950. Tras el cruento paréntesis de la Guerra Civil Española, que ocasionó a la banda graves daños materiales y humanos, el maestro Marín realizó un enorme esfuerzo para reconstruir la banda. El Ayuntamiento brindó un apoyo estable, aunque más acertado en unos aspectos que en otros, convirtiéndose el conjunto en “Banda Municipal”, o “municipalizada”, como sería más correcto expresar. En muy pocos años el conjunto alcanzó cotas de actividad y esplendor sin precedentes. El nivel musical aumentó, llegándose a interpretar habitualmente muchas de las obras que componían el repertorio de las más destacadas bandas de música profesionales de la época. La banda se consagró como todo un hecho social en un pueblo que alcanzaba su cumbre demográfica, ya que se rebasaban los 15.000 habitantes. La estimación y afecto de los vecinos beatenses por su banda era máxima. La imagen del conjunto vistiendo el uniforme blanco de la década de los 40, o el azul marino de los 50, se convirtió en una estampa característica del Beas de aquella época.  

        El ciclo anual de actuaciones dentro del municipio era muy intenso, destacando los conciertos estivales que se efectuaban todos los domingos, desde el día del Corpus hasta el último día de la fiera de Septiembre. Estos conciertos eran interpretados en el Paseo y, posteriormente, en el parque, y suponían una pieza imprescindible en la vida cultural del municipio, todo un emblema y acontecimiento social que impregnó la historia de Beas durante las décadas de posguerra.

        Pero además, la actividad de la banda fuera del municipio era inmensa, ya que, debido a la carencia de bandas de música en las localidades vecinas, la banda beatense recorría todos los pueblos de los alrededores, incluyendo algunos de comarcas vecinas e incluso varios municipios manchegos, como Villamanrique y Torre de Juan Abad. Además de actuar en los festejos de las aldeas de nuestro pueblo, el conjunto ofrecía anualmente sus servicios durante los 4 ó 5 días de feria en pueblos como Puente de Génave, Siles, Orcera, Hornos, Segura de la Sierra, Sorihuela, Castellar, y un largísimo etc. Las vivencias y recuerdos de los músicos en relación con estos viajes eran riquísimas, por lo que hoy conservamos cuantiosa información sobre un mar de sucesos y anécdotas tan amplio como sorprendente.

        El trabajo de Don Mateo Marín durante todos estos años fue verdaderamente intenso y admirable, al compaginar durante décadas sus actividades laborales con la enseñanza musical de los educandos (tarea mantenida en solitario), así como con la dirección de la banda. Tanto esfuerzo le hizo ganarse la admiración y respeto de todo el pueblo de Beas, convirtiéndose su figura en toda una institución para el municipio.

        En la década de los 60, años difíciles para el conjunto, el Maestro Marín se retira de la dirección por motivos personales. Durante dos años recae la batuta en D. José María Torres Muñoz, antiguo saxofonista del grupo musical. Pero los problemas de emigración rural, que habían afectado a la banda desde años atrás, se agudizaron hasta apocar al máximo la plantilla de músicos. Las difíciles circunstancias por las que atravesaba la banda causaron la definitiva disolución de la misma, el 20 de septiembre de 1964. A partir de entonces, estando la banda ya disuelta, sólo aparecen  actuaciones eventuales en pasacalles feriales de unos pocos músicos que se agrupaban, frecuentemente dirigidos por el maestro Marín, para que en Beas se siguieran escuchando las arraigadas “Dianas de San Marcos”.

        Pasó más de una década en la que la única actividad bandística en nuestro pueblo eran estas actuaciones eventuales. Pero el “maestro Mateo Marín” aún aglutinaba fuerzas para un nuevo resurgir musical. Es en 1978 cuando, a pesar de su avanzada edad, comienza nuevamente la tarea de la enseñanza musical, sin más objetivo que satisfacer las inquietudes musicales de varios muchachos. Pero, rápidamente, el grupo de alumnos fue creciendo, por lo que se comenzó a vislumbrar la posibilidad de crear una nueva banda. Así pues, fue ayudado en su labor por dos antiguos músicos (Francisco Moreno y José Cantero), hasta que el 16 de septiembre de 1981 una pequeña banda formada por 12 jóvenes interpretó su primer concierto, bajo la batuta de D. Mateo Marín. Progresivamente, el número de educandos comenzó a crecer y la plantilla de la banda a aumentar. La enseñanza musical era muy intensa durante este periodo.

        D. Mateo Marín cesa en su actividad como director, contando ya con 78 años, y la dirección recae transitoriamente en D. Francisco Moreno de la Cruz. En esta fecha se crea la Asociación Cultural Musical “Santa Cecilia”, para apoyar y respaldar el desarrollo de la banda y realizar todas las tareas organizativas que un conjunto tan activo requería. A finales de 1985 toma la batuta de la banda un joven músico aleccionado desde sus inicios por el maestro Marín: D. Argimiro Ojeda Jiménez.

        El 24 de Enero de 1986, la banda actúa por vez primera bajo la batuta de este nuevo director. Con Argimiro en la dirección queda totalmente a cargo de los jóvenes la responsabilidad de continuar la historia de la arraigada banda. La escuela de música sigue creciendo y el número de músicos se multiplica progresivamente. Si a comienzos de la década de 1990 la banda ya rondaba los 60 músicos, no tardaría en alcanzar cifras aún superiores. La banda toma con el nuevo director un impulso definitivo, progresando de forma cuantitativa y cualitativa hasta alcanzar un enorme prestigio a nivel provincial y regional.

        Un aspecto de importancia ha sido la renovación y actualización del repertorio, incluyendo obras de todas las épocas y estilos musicales. Sin embargo, la frecuente interpretación de obras contemporáneas, escritas originariamente para banda sinfónica, convierte a nuestra banda en una de las más punteras de la provincia. Por otra parte, además de actuar en el municipio, la banda ha realizado actuaciones muy destacadas en conciertos y festivales de bandas de muchos pueblos de la provincia, así como fuera de ella. Tal es el caso de su participación en el Certamen de Bandas de Música de Andalucía, celebrado en Chauchita (1997), en la 1ª y 2ª edición del Concurso de Bandas de Andalucía (1998 y 1999), en la VI Edición del Certamen Internacional de Bandas de Música “Ciudad de Aranda”, de Aranda de Duero (Burgos), en la Fiesta Mayor de Roses (Gerona) en 2003 y 2006, así como en Fontvieille (Francia), en 2005. El mayor número de músicos concentrados en una actuación tuvo lugar el Miércoles Santo de 2004, con 90 músicos. Desde aquel primer concierto de 1981 hasta la actualidad, han formado parte de la banda nada menos que 201 músicos.    

        La banda es miembro fundadora de la Federación de Bandas de Música de Andalucía, participando en el desarrollo bandístico de la comunidad. Actualmente, además, la Asociación Cultural Musical “Santa Cecilia” cuenta con una banda de música juvenil y con un coro de voces polifónicas.

        Hoy día, la vida cultural de Beas de Segura sería inimaginable sin la actividad de esta asociación musical que aglutina a gran cantidad de personas de diversas edades y condiciones, a la vez que sirve de embajadora del propio municipio.

 

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